miércoles, 10 de septiembre de 2008

Incertidumbre amorosa: ¿Quién fue mi primer amor?

POST LARGO: Leer si te interesa ( y si no te aburres).

Tengo una duda acerca de mi vida amorosa (¿qué vida?). Tengo una puta duda acerca de quién fue la primera persona de quien me enamoré.
Para comenzar, me haré la pregunta sincera: ¿De cuántos me he enamorado?
Veamos, quitando esa incierta parte de mi vida (de la que ahora haré un análisis profundo), me he enamorado de tres personas. Con la primera, nunca estuve, fue un amor imposible. Con la segunda, la situación fue "mejor", ya que estuve con ella, aunque parecía que no lo estuviese. Y, con la tercera, es algo mucho más incierto que todo lo anterior.

Ahora intentaré recordar a aquellas personas que impactaron en mi vida hasta los 12 años.

1. Valery.
Yo tenía seis años, aproximadamente, cuando esa niña me impactó. Ella era menor que yo o, quizás, tenía la misma edad que yo. No lo sé. También debo considerar que yo entré al cole un año antes de lo normal (por eso terminé a los 15 años). A pesar de las cosas que se pueda decir de aquellos que comienzan antes (que no se adaptarían y se retrasarían), creo que no es así. Yo, por ejemplo, era siempre la mejor de mi grado (y la más engreída por ser la más chica de todos). Cualquiera diría que en un futuro yo hubiese tenido que ser brillante, la mejor en la secundaria y en la universidad. Pero no resultó así, pues conocí muchas cosas más de la vida y me jodí.
Recuerdo que en los recreos miraba a esta niña a lo lejos, me llamaba muchísmo la atención. Era hermosa, era la más hermosa de todas las niñas. Recuerdo que hice algo estúpido, realmente estúpido que no me atrevo a contar. Creo que por eso las novelas o las películas no son muy buena influencia para los niños, les incita a haber estupideces como la que yo hice. ¡¿Por qué diablos lo hice?!


2. K. A. L. C.
¡Aquellas épocas! K. empezó con ser un compañero de clase, luego se convirtió en mi amigo y, después, en mi pareja no oficial. Ambos teníamos 9 años y lo que empezó como simple compañerismo y cualquier estupidez que nos mantenía juntos por cuestiones escolares terminó en un..."amor", en una relación amistosa más intensa. Él no era como los otros niños, quizás por eso me gustaba, a él no le gustaba el fútbol ni era tan brusco. Era algo delicado. Cuando nuestra amistad llegó a la cumbre, ambos éramos inseparables. Andábamos tomados de la mano por todo el colegio y jugábamos solos en nuestro mundo. Sé que a otras niñas más les molestaba que yo estuviese con él, porque, dígamoslo así, él era el más atractivo de todos los chicos del aula.
Recuerdo que yo le presté un día un lapicero y él me dio a cambio un muñeco del pato Donald. En realidad, la historia no es exactamente así, pero yo soy una fantasista, lo digo como quiera. Después, me sacaron de ese colegio y él se quedó con mi lapicero y yo con el pato Donald.
Confieso que lloré al alejarme de él, no el mismo día que supe que ya no volvería a ese cole, ni siquiera una semana después. Fue mientras soñaba, quizás, un año después.


3. Arriola.
No recuerdo cuál era su nombre. Lo revisaré después. No lo recuerdo porque, en ese cole, nos llamaban por apellidos (imagínense la tortura que fue para mí). Creo que no me enamoré de ella así como para arrancarme los cabellos, pero sí me gustaba mucho, ¿por qué? Porque era la niña más bella de mi aula (otra vez). Era algo seria, algo recta y muy responsable, ella estaba en los primeros puestos siempre, pero me gustaba su rostro tierno. Si le quitase los anteojos, se parecería mucho a alguien de quien me enamoré después.
Nunca me atreví a hablarle. Ella era como inalcanzable para mi mortal vida. Era una diosa, era lo que brillaba en el aula. ¡Joder! Y pensar que en ese cole pase malísimos momentos de mi vida. Quizás los relate después en un post que se llame: "Las malas experiencias en el colegio X". Ahora que reviso los recuerdos de La Primera Comunión (en aquella época sí creía en el dios cristiano =O), su nombre comienza con N. Y, ahora que reviso su hi5, creo que mejor me quedo con el recuerdo de su imagen infantil.


4. Christian.
¿Por qué me gustaba este huevón? ¿Me gustaba? Sí, me gustaba por su forma de ser, no era tan vulgar como los demás. Me resultaba alguien de mi nivel. Las chicas morían por él, pero él solo hizo caso a una (¿por qué diablos si ella era más fea que mandada a hacer?). Nunca hice una amistad con él por el hecho de que yo he sido insegura desde que nací, supongo (me imagino dudando por salir del vientre de mi madre). Lo que no me gustaba de él es que era muy chico de tamaño y su peinado horroso (¡que aún conserva!). Estudiamos en un cole, luego nos volvimos a ver 3 años después en otro cole y, ahora, estudia en la misma universidad que yo.
Creo que él fue uno de mis amores imposibles, nunca llegué a decirle nada ni a ser su amiga, pero fue algo que no duró mucho.


5. Claudia E. P.
En el mismo cole donde conocí a Christian, conocí a Claudia. Pero con ella, la situación fue distinta. Claudia estaba en un grado inferior al mío y casi nunca la veía en el cole. Claro, la veía en los recesos o a la salida. Hay algo más. Mi tía tenía una tienda por ahí y yo a veces iba a verla, ya que estaba cerca del cole, y, curiosamente, frente a la tienda de mi tía, la madre de Claudia tenía una tienda. O sea, no iba a la tienda de mi tía para ver a mi tía, sino a Claudia. En realidad, todo empezó porque yo creía que había una rivalidad entre ella y yo. Por eso, no dejaba de observarla. Quería demostrarle que yo era mejor en todo.
Hice algunas estupideces y pensé muchas otras. Por suerte, nunca logré hacer todas, si no, me sentiría estúpida como por lo de Valery.
Lloré por ella cuanto me cambiaron de colejoder, he estado en 7 colegios! Y lo que más jode es que he estado en 3 colegios distintos en los 5 años de secundaria). Aún pensaba en ella los primeros meses en el otro cole, la extrañaba, quería saber de ella. Recuerdo que sentí algo raro cuando mi madre me dijo que Claudia había preguntado por mí. Fuimos como amigas que nunca hablaron, que siempre estaban pendientes de la otra, que la sola presencia de una era suficiente para provocar la intranquilidad de la otra. ¡Así fue, lo juro!

Analizando estupidez y media que acabo de escribir, saco una conclusión:
No sé lo qué es el amor.

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