viernes, 10 de abril de 2009

Con M de María

Viernes santo y todo esto me hace recordar a Jesús, María, José, una paloma antrofílica, pastillas para los dolores menstruales (Ponstan-naproxeno), amores prohibidos cuales manzanas del Edén. De alguna forma, creo en lo sobrenatural, quiera o no, ya me acostumbré a esa cosa tan puta. No soy muy religiosa, quizás porque me decepcioné de la religión, de "Dios", porque me iba tan mal en la vida (y aún me va mal) y no podía pensar que eso era justo. ¿Por qué yo? Nunca encontré la respuesta, así que supuse que no hay ningún dios salvador.
Pensé en una chica de quien me enamoré cuando yo tenía 13 años que se llamaba María. Aún se llama así por cierto. Fue una caca de amor. Me avergüenzo muchas veces de haber hecho tantas estupideces cuando era una pre-adolescente y adolescente. No me arrepiento de haberme enamorado de ella, sino de habérselo dicho, de haberle jodido por casi dos años, de haberme comportado como una basura, repulsiva, estúpida, sin nada en la puta cabeza. Le hacía miles de favores, pero no me daba cuenta de que me veía como una cojuda. Me doy asco. Qué inmadura he sido... aún lo soy, pero antes era peor. Inexperta en la vida, era normal. No tenía miedo de que todo el mundo supiera que me gustaban las chicas, que me gustaba María y que salía con una chica mucho mayor que yo. Era tan despreciable a esa edad, pero le caía bien a algunos, a los hombres, porque me veían como una perra fácil, y a uno le agradaba porque era tan rara como él (quizás él me gana... no lo sé, somos distinto tipo de rareza). Pero a María no le agradaba, a ella no le importaba, le daba igual verme o no, a veces era indiferente conmigo, muy pocas veces le interesé. Yo no estaba a su nivel.
No solo la recuerdo por esas cosas religiosas (no soy tan pendeja). La he vuelto a ver. Ella estudia en la misma universidad que yo, pero no en la misma "facultad". De hecho, solo una vez la vi dentro de la universidad. La veo en la micro, en el carro. En la 21, 148 y a veces en ese otro micro azul con blanco. Por eso ya no quiero subirme a esos carros, prefiero ir con la 29 o la Chama. No quiero verla otra vez, no quiero que me vea, que note que no he cambiado ni una mierda, que me mire con un gesto despectivo y burlón, que recuerde que alguna vez me moría por ella.
A mí no me gusta ver a nadie que conozca. No me gusta encontrarme con ellos en la calle o en cualquier lugar. Menos desearé ver a alguien de quien estuve enamorada y por la que actué ridículamente cuando tenía 13 y 14 años. Pero yo sé que ella me ha visto.

Mierda.

3 comentarios:

piero 10 de abril de 2009, 19:08  

ja ja ja que interesante... vamos no seaS,, ya somos dos , yo mtampoco encuentro respuestas a algunas cosas. quizas si nos pusieramos a conversar encontrariamos respuestas no crees?

laele 10 de abril de 2009, 19:11  

no

Anónimo 10 de abril de 2009, 20:16  

Una María es uno de mis personajes, y sí, estudia en MI facultad y... suelo toparme con ella en la 21. Pero bueno, lo pasado, pisado...

La Gorda Meyer está en algo ah, nada que ver con el de la guitarrita.