sábado, 31 de octubre de 2009

Mientras como mi manzana, escribiré algunas cosas.

Ayer fue un día de locos, realmente de locos. Pero eso no quiero contar, jeje. Bueno, ayer pasaron muchas cosas en mi casa, y, después de un par de horas de emociones, exaltaciones y mierdas, pude echarme en mi cama y ver TV.

En un canal, estaban hablando sobre un caso realmente triste y a la vez indignante. Era la historia de la adolescente de 16 años que se suicidó por ser gorda. ¿Y por qué quiero hablar de eso? Porque entiendo perfectamente lo que se siente ser el punto de las burlas y de miraditas ofensivas por no ser “normales” físicamente. No soy gorda, pero tengo otro problema que no describiré por supuesto xD.

La gente que es “normal” simplemente no entiende qué puede pasar por la cabeza de una persona ofendida, ni lo que puede sentir, ni nada. A mí no me gusta meterme con el físico de los demás porque sé lo terrible que se siente eso, pero igual la gente que piensa como yo es escasa.

Bueno, para una persona gorda o cualquier otra persona no “normal” solo le quedan dos opciones: O dejas que se burlen de ti y te sumes en una depresión eterna; o "si no puedes con el enemigo, únete a él”, o sea, dejas que se burlen de ti, pero tú solo sonreirás y fingirás que te da igual, y hasta te puedes volver el payaso y el gracioso para que ya no se rían de ti, sino que rían contigo.

Desgraciadamente, esta adolescente, al parecer, no podía si quiera fingir seguridad ni ser la graciosa, porque su problema no solo se trataba de las burlas de sus compañeros del colegio. Por lo que escuché, en su casa no había el suficiente afecto como para hacerla sentir segura de sí misma. Y, claro, lo que hizo su madre el día anterior al suicidio es un ejemplo de eso. La chica, buscando una solución para cambiar su figura, tomó dinero de los ahorros de su madre para inscribirse en un gimnasio; su madre se dio cuenta y fue hasta su colegio para pegarle e insultarle frente a sus compañeros. Eso parece haber desatado el impulso suicida.

Pero, como dije, el problema estaba más en su casa que en cualquier otro lado. Es terrible tener que lidiar toda la vida con un problema que parece imposible (y quizás lo sea) deshacerse de él, y que además nadie te ayude a soportarlo. Sé lo que se siente, porque lo he experimentado. Si los padres ayudasen a sus hijos a tener más confianza, si les dijesen palabras positivas y no insultos, creo que los problemas de un hijo serían más llevaderos. Sin embargo, es difícil que una persona cualquiera (no importa si son los padres) entiendan y se den cuenta de que algo está mal en alguien, o que entiendan sus problemas, porque es muy probable que no hayan pasado por lo mismo.

La gente cree que ser gordo, feo, chato, monstruo, mutante, nerd, tímido es malo o digno de insultos. ¿Pero se han puesto a pesar qué se siente recibir insultos o ser tratados distintos o ser relegados por eso? No. Pero, creo que no es un problema de las personas, es un problema de un instinto nuestro, creo: Nunca estar de acuerdo con algo que no es NORMAL. Digo que es un “instinto” porque he notado esa actitud en animales también. Así que, desgraciadamente, eso no cambiará. Seguirán las personas que se burlan de los demás, seguirá habiendo personas que sufren en su interior pero no dicen nada para no recibir más burlas, hasta seguirá habiendo personas que se suiciden por eso. Mierda, si tuviese el suficiente valor, también me suicidaría, pero no… por lo menos tengo padres y hermanos que me quieren. Si mi situación fuese más hostil como lo era en el caso de la adolescente, quizás yo ya no estaría viva.

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